Esguince de tobillo
¿Qué es un esguince de tobillo?
Es la lesión de los ligamentos que estabilizan el tobillo. Un esguince de tobillo puede comprometer los ligamentos laterales (externos) del tobillo y/o los ligamentos mediales (internos), siendo los ligamentos laterales los más frecuentemente lesionados.
¿Cuáles son los síntomas de un esguince de tobillo?
Los síntomas pueden ser similares a los de una fractura de tobillo.
Dolor en el sitio de la lesión.
Aumento de volumen (hinchazón) de la zona.
Coloración morada de la piel (equimosis).
Dificultad para caminar.
¿Cómo se diagnostica un esguince de tobillo?
El diagnóstico de esguince de tobillo se sospecha cuando están presentes los síntomas y signos descritos arriba. En general, para hacer el diagnostico no es necesario solicitar exámenes complementarios, sin embargo, en ocasiones se solicitan como por ejemplo para descartar una fractura o para diagnosticar lesiones asociadas. Rara vez es necesario realizar exámenes como ecotomografía o resonancia magnética.
¿Qué condiciones pueden predisponer a sufrir un esguince de tobillo?
Existen varios factores que pueden predisponer a la ocurrencia de un esguince de tobillo, por ejemplo realizar actividades que involucren saltos o giros, así como también actividades que involucren caminar o correr en terrenos irregulares.
También existen condiciones personales que los predisponen, como por ejemplo la presencia de pie cavo (lo contrario a pie plano y conocido comúnmente como empeine alto), o pacientes que han sufrido esguinces previos con recuperación incompleta que condicionen inestabilidad crónica del tobillo.
¿Cómo se trata un esguince de tobillo?
La gran mayoría de los esguinces de tobillo, incluso los esguinces más severos, se tratan de manera conservadora, es decir, sin cirugía.
El tratamiento inicial consiste en reposo, aplicación de frío, elevación del tobillo lesionado y el uso de compresión con una venda elástica. También pueden utilizarse tobilleras con barras laterales y si el dolor es muy intenso puede ocuparse una bota inmovilizadora para permitir la carga.
Además es muy importante la rehabilitación del tobillo lesionado (kisesiología) para evitar complicaciones como la inestabilidad crónica.
En muy pocas ocasiones es necesario recurrir a la cirugía en caso de un esguince de tobillo. La cirugía se usa principalmente en casos en que hayan lesiones asociadas con indicación quirúrgica (como por ejemplo lesiones osteocondrales), o en casos de inestabilidad crónica que no respondan a manejo conservador.
